¿Qué hacer con mi gato si estoy embarazada?

El embarazo tiene cuidados muy importantes en las personas, y nuestros animales obvio deben estar considerados en el proceso ?

Ay, los gatos. Creemos que son nuestras mascotas, pero día a día ellos se encargan de corregirnos: por momentos las mascotas somos nosotros. Caprichosos, raros, manipuladores, veleidosos, pero muy cariñosos y entretenidos. Los gatos, menos domesticados que los perros, son la segunda mascota más popular del mundo. Si fueran superhéroes, claramente el perro es Superman y el gato es Batman. Polos opuestos en muchas cosas. Como el día y la noche. Ímpetu y sigilo. Fuerza y gracia.  Alguna vez escuché que el ideal es tenerlos a los dos en casa. Mientras el perro cuida de las amenazas naturales afuera, el gato cuida de las sobrenaturales adentro. Aquí hablaremos sobre gatos y embarazadas, mitos y verdades. 

Lo mismo con las embarazadas

Si encuentras que hay mucha mitología alrededor de los gatos, pues pasa lo mismo con las embarazadas. Que no te toquen la panza mientras hay un eclipse. O que teñirte el pelo puede traer malformaciones. También he escuchado que no pueden tener sexo. Incluso antiguamente se creía que fumar cigarrillos no traía consecuencias. En definitiva, unos mitos servían para asustar falsamente. Pero también había otros que servían para calmar falsamente. Con los gatos y la transmisión de enfermedades también hay mitos o simplemente ignorancia. 

¿Pero es verdad o no?

Uno de los más recurrentes es sobre las embarazadas y su salud con un gato en casa. La palabra toxoplasmosis aparece como un monstruo en una noche de pesadilla. ¿Qué tan cierta es esta amenaza? Primero, la palabra. ¿Qué es? Pues una infección que puede llegar afectar a tu bebé. Sordera, discapacidad mental y otras cosas pueden ser las consecuencias para él o ella. Los gatos se infectan comiendo roedores, pájaros y otros animales pequeños. Se trata de un parásito que llega a la embarazada a través de las heces del animal. Hasta 3 millones de parásitos pueden eliminar los gatos a lo largo de tres semanas después de infectados. Ahora, ¿cómo es que esos parásitos llegan a la embarazada?

Sí, ¿cómo?

Los gatos evacuan y dejan sus heces en el jardín de la casa o en su caja de arena. Cada vez que haces algo en tu jardín sin usar guantes o limpias su caja de arena puedes exponerte a la infección. El contacto con frutas y vegetales también puede infectar si es que estos estuvieron en tierra contaminada. Su nombre científico es toxoplasma gondii y es una especie de protozoo parásito intracelular obligado, eucariota. Sí, suena como el manual de un tanque antiguo escrito en húngaro pero más enredado. Pero no se equivoquen, se trata de un parásito común. Solo en EEUU 60 millones ya han sido infectados. Y puede afectar a cualquier animal con sangre caliente.

Síntomas

Aunque los síntomas de toxoplasmosis en una mujer embarazada pueden ser genéricos, habiendo un gato en casa es mejor sospechar. Los típicos síntomas son:

• Fiebre
• Dolor de cabeza
• Dolor muscular
• Fatiga
• Ganglios inflamados

Entonces, ¿renuncio a mi gato si estoy embarazada?

Absolutamente no. Siguiendo unos simples pasos, el riesgo es casi nulo para ti y tu bebé. 

Recuerda que, en primer lugar, el gato que está expuesto al parásito es el gato que sale. Y no solo que sale, sino también que caza y se come a sus presas. 

Seguir estos simples hábitos para evitar todo riesgo:

• Evita ser tú la que cambie y limpie la arena del gato. 
• Si lo anterior no es posible, usa guantes y luego de hecha la pega, lávate las manos.
• Ya sea otro o tú misma, la arena del gato debe ser cambiada diariamente. 
• Dale a tu gato comida de gato seca o húmeda en lata, nada crudo o ligeramente crudo. 
• Evita el contacto con gatos callejeros, especialmente cachorros. 
• Si la caja de arena está en el exterior, cúbrela. 
• Si vives en casa y jardineras, hazlo siempre con guantes. Y por supuesto lávate las manos después de hacerlo. 

Por otro lado

Aunque los resguardos deben tomarse en cuenta, también existen los beneficios. Estos bandidos tienen un radar especial para captar al nuevo miembro de la casa en gestación. Y cuando lo captan, suelen desarrollar un comportamiento más afectuoso y protector. No es raro que se acerque al vientre y se quede tranquilo ahí como en actitud de cuidado y cariño. Van a querer dormir cerca. Y es justamente eso lo que ayuda mucho a las mujeres embarazadas: sentir la protección y cuidado de un animal. Si tienes cuidado y sigues los consejos antes descritos, un gato y una embarazada son perfectamente compatibles. Es más, puedes sentirte mucho mejor con uno de estos adorables y queridos animales a tu lado.