¿Cómo mantener sana la boca de tu gato?

Aunque no lo creas, hay muchos factores que influyen en la salud dental de nuestros #gatitos. Si pensaste en el cepillado, estás en lo correcto, ese es uno de ellos, pero también hay otros. En nuestro nuevo blog te contamos todo sobre eso
Que estén bien alimentados, acicalados y sanos no es suficiente. También hay que ocuparse de la salud dental de nuestros gatos. Y los gatos son secos haciendo como que nada les pasa. Si tuvieran algún problema en sus dientes o encías, probablemente no nos daríamos cuenta. Por eso, para asegurarnos de que todo está bien ahí dentro, debemos ser proactivos y revisarlos periódicamente. Podría ahorrarnos mucho a nosotros sus papás, pero más importante al gatito mismo.
Para empezar, no debemos ignorar el mal aliento. Si además de eso le sumas el babeo, quizá podría tratarse de un problema en sus encías o el debilitamiento de uno o más dientes. Aunque no siempre es grave que les sangren las encías, si se da la combinación de estos tres síntomas, definitivamente el gato tiene un problema dental. Podría necesitar una limpieza profunda o la extracción de un diente.
La comida ideal
La mejor comida para la salud dental de nuestros gatos es la seca en forma de croqueta. Hay estudios que demuestran que sirve para evitarles gingivitis y sarro. Pero deben ser comidas especialmente formuladas para ese propósito. La comida en lata es mejor en otros aspectos. Ahora, si pensamos en el tipo de dientes que tienen los gatos, lo ideal sería que comieran ratones. Para mala suerte de ellos, aquello no es una posibilidad. Como lo que queremos es velar por la salud general de nuestros meninos, mejor es consultar con un veterinario. La comida ideal para cada uno puede variar. Por ejemplo, la comida en lata, con más agua, es mejor para los riñones del animal que la seca.
Que no le falte agua
Así como el alimento, el agua es esencial para la salud dental de nuestros gatos. Bebiendo agua fresca diariamente logran lavarse los restos de comida que quedan en los dientes. Estos restos alimentan a las bacterias que causan la gingivitis. Pero el agua también es importante porque en ella podemos aplicar un poco de enjuague bucal. Con él los gatos van removiendo la placa bacteriana y además eliminan el mal olor que provoca en sus bocas.
Masticables y juguetes
La idea es atacar el problema desde varios flancos. Y juguetes y masticables dentales también pueden aportar. Los primeros, como pelotas de goma y los juguetes para masticar, ayudan a mantener limpios los dientes de nuestros gatos. Con ellos se motivan a masticar y jugar. Los segundos están especialmente diseñados para ayudar a eliminar la acumulación de placa y sarro. Pero además, les saben deliciosos. Lo importante es que sean apropiados para el tamaño y la edad de nuestros gatos. Muy duros o con bordes afilados mejor evitarlos, porque se pueden dañar las encías y dientes. Y por último, mucho ojo mientras juegan con cualquiera de estos, se pueden tragar un pedazo mientras los mastican.
Cepillado
Cuando pequeños el cepillado de nuestros dientes era el pasaje a una salud dental óptima de adultos. Con la salud dental de nuestros gatos pasa algo similar. Es lo que hay que hacer. Lo primero es acostumbrarlos a que sientan nuestros dedos en sus encías. Una vez que se acostumbran, podemos incluir pasta dental (con sabor a queso, pollo, etc) y cepillo especial para ellos. Por ningún motivo usar la que nosotros los humanos usamos. Limpiaremos en forma de círculos, enfocándonos en los dientes traseros, donde se acumula más sarro y placa bacteriana. No es un hábito de un día para otro. Pero progresivamente se le puede ir aumentando el tiempo de cepillado. Tres veces por semana es el ideal.
Visitas al veterinario
Al igual que nosotros, los gatos también requieren revisiones dentales periódicas para asegurarse de que sus dientes y encías estén sanas. El veterinario les hará un examen dental y una limpieza para eliminar cualquier acumulación de placa y sarro que pueda estar presente. Más importante aún, pueden prevenir futuras complicaciones al identificar problemas dentales hoy. Algunos requerirán tratamiento especial, otros no; lo medular es que la visita sea a tiempo para reaccionar. Lo ideal es que en un gato sano la visita sea una vez al año. Pero si ya hay complicaciones, como el mal aliento, dificultades para comer, la inflamación y sangrado de encías, mejor ir de inmediato.
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