¿Cómo evitar que mi perrito se porte mal?

En el blog de hoy te enseñamos cómo evitar que tu cachorrito se porte mal
Traer a casa un cachorro nuevo es pura felicidad. Al principio. Porque no es ningún secreto que estas adorables bolitas de pelo pueden causar algunos “eventos” en nuestros hogares. Y en este caso, la palabra “eventos” usémosla como sinónimo de infierno. Con nuestro terrier fue así, lo recuerdo como si fuera ayer. Y es que fueron muchas cosas. El control remoto de la TV principal, un reloj Casio G-Shock, mucha ropa, especialmente de mujer, plantas, bordes de una mesa de centro, su propia ropa de invierno; en fin, una larga lista de bienes que terminaron heridos o destruidos por los filosos dientes del cachorro. A las semanas la pregunta que rondaba nuestras cabezas era obvia y recurrente: ¿Cómo evitar que mi perrito se porte mal? Quizá sea cierto eso de que los perritos te preparan para los niños y los gatos para los adolescentes.
Pero también vale preguntarse: ¿Qué hay detrás de todo ese ánimo destructivo en los perritos? ¿Por qué se portan tan re mal cuando son cachorros? La respuesta puede estar en una escasa socialización con su propia familia (padres y hermanos). Es ahí donde adquieren las maneras los perros: obediencia, sumisión, liderazgo, etc. Por otro lado, si tu perrito es adoptado, uno nunca sabe qué experiencias tuvo anteriormente con humanos u otros perros. Lo importante es lo que podemos hacer ahora que está en nuestro hogar.
Exploración y curiosidad
Los cachorros son criaturas naturalmente curiosas e inquisitivas. Utilizan su boca y sus patas para investigar el mundo que les rodea. Esta fase de exploración a menudo los lleva a morder muebles, zapatos o cualquier cosa que esté a su alcance. Además, su curiosidad puede hacer que derriben objetos, dispersen pertenencias y creen un desorden general en la casa.
Para prevenir este comportamiento, tú como dueño debes asegurarte de tener un ambiente seguro para el cachorro, retirando objetos valiosos o peligrosos de su alcance. Más importante aún, debes tenerle juguetes masticables apropiados, realizar sesiones regulares de juego y redirigir su atención cuando comiencen a explorar objetos prohibidos. Especialmente el paseo, que preferiblemente es mejor hacer cuando ya tiene sus vacunas, los sacia de muchas de sus necesidades.
Falta de entrenamiento para hacer sus necesidades
Los cachorros en esta etapa de sus vidas aún no tienen control de la vejiga y el intestino, lo que hace que los accidentes dentro de la casa sean comunes. Esto es especialmente cierto durante las etapas iniciales de entrenamiento, cuando los cachorros todavía están aprendiendo a encontrar el lugar adecuado para hacer del 1 y del 2.
Tú como dueño puedes prevenir estos accidentes estableciendo un hábito (para ti y para él). Llevar al cachorro regularmente a áreas designadas fuera de casa, especialmente después de las comidas, las siestas, el tiempo de juego o al despertarse. Recompensarlos con elogios y premios por hacer sus necesidades en el lugar apropiado también es una buena táctica de condicionamiento. Nuevamente el paseo diario siempre a una misma hora aparece como fundamental, pues los acostumbra a una hora y lugar para sus necesidades.
Fase de dentición
Los cachorros atraviesan una fase de dentición en la que experimentan incomodidad y tienen un impulso de masticar (todo) para aliviarla. Durante este período, pueden dirigirse a objetos del hogar, como zapatos, muebles, paredes y hasta armamento de guerra. No, esto último es broma, pero no extrañaría que así fuera. La verdad es que estos comportamientos no sólo crean caos en la casa, sino que también dañan al bolsillo. Para prevenir la masticación destructiva, dale juguetes masticables apropiados, específicamente diseñados para cachorros en dentición. Zanahorias congeladas, huesos para morder o juguetes hechos de materiales duros pueden ayudar a aliviar su incomodidad, además de redirigir sus instintos de masticación.
Ansiedad por separación
Los cachorros, al igual que los bebés humanos, pueden experimentar ansiedad por separación cuando se quedan solos. Esta ansiedad puede manifestarse en comportamientos destructivos como morder muebles, arañar puertas o cavar en alfombras en un intento de escapar o buscar consuelo. Mi perro, a modo de ejemplo, destruyó cada una de las camitas que le tuvimos durante los 2 primeros años de vida.
Por eso, para prevenir esa ansiedad y el comportamiento posterior, puedes acostumbrar gradualmente a tu cachorro a quedarse solo. Comienza con períodos cortos de separación y aumenta gradualmente la duración con el tiempo. Proporciona juguetes interesantes o rompecabezas de premios para mantenerlos ocupados y crear una asociación positiva con estar solos. Además, considera el entrenamiento con una casita de perro, ya que puede proporcionar un espacio seguro y cómodo similar a una madriguera para el cachorro cuando se queda solo.
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